La oferta de tintas genéricas existe. Las anuncian como un producto de igual calidad que las tintas genuinas, pero a mucho menor costo. Las venden en diferentes presentaciones: tintas de litro para las impresoras de tinta continua, servicio de rellenado de cartuchos para las impresoras convencionales e incluso se pueden encontrar kits que incluyen los cartuchos vacíos, mangueras, jeringas y tinta para que puedas rellenar el cartucho en casa.

La realidad es que a pesar de que puedan sonar muy convenientes (sobre todo para ahorrar dinero), lo cierto es que este tipo de tintas hacen mucho más daño del que creemos.

Empecemos explicando que para llegar a la fórmula actual de las tintas Canon, se llevan años de investigación en procesos para lograr una calidad excepcional. Esto permite que, sin duda alguna, tus impresiones sean nítidas, no se corra la tinta cuando pases un marcatextos sobre ella, los colores sean vibrantes y lo más parecidos a lo que vez en pantalla. Además, certificamos que los componentes de estas tintas son los ideales y no afectan a la salud ni a tu equipo.

Y es que el problema con las tintas no oficiales es que no sabemos que ingredientes contienen (Ni como o en qué condiciones se hacen) y muchas veces estos les pueden hacer daño a nuestro equipo a corto o largo plazo.

Además, al no saber cómo o con qué se hacen estas tintas, la calidad de las impresiones puede que no tengan la densidad, calidad óptica y capacidad de fijación deseada, esto sin contar que la velocidad de impresión puede ser mucho más lenta a si se usan las tintas genuinas.

Otra desventaja de las tintas genéricas es que estás provocan un mayor desgaste al equipo, pueden ocasionar sobre calentamiento de los cabezales de la impresora, pueden ocasionar el derrame de tinta dentro del equipo  y  pueden tapar las boquillas de la impresora.

En el mejor de los casos, estos problemas causados por usar tinta no original, provocan que la única forma de solucionarlos sea llevando al equipo a una agencia de servicio, la cuál te cobrará por el mantenimiento (Y como el problema fue causado por tintas genéricas, entonces la garantía no cubre con estos gastos).

Si la suerte no está de tu lado, el daño que provocan estas tintas puede ser tan grave que necesitarás cambiar de equipo por uno nuevo y así, lo que ahorraste en tinta lo tendrás que gastar en una impresora nueva.

Así que ¿Qué conviene más? ¿Invertir en tintas de calidad que llevan mucho tiempo de investigación y que tienen un certificado de calidad? ¿O querer ahorrar en algo y que puede resultar atractivo al principio, pero que al final puede provocar mucho más gasto del que esperabas?